Cuando el espectáculo de la berrea termina en el plato
Enfadado, pero natural y saludable.
Un factor importante en el resultado de la carne de ciervo de cada temporada es la lluvia. El conocido “Veranillo de San Miguel” nos trae ciertas precipitaciones, estas lluvias hacen que su caudal de agua para beber aumente y su alimento se encuentre en mejor estado. Ahora el celo de los ciervos se acentúa y sus nervios se crispan un poco más, provocando una berrea digna de un buen enfado y una mejor receta.
El estado físico, anímico y de la carne de cada ejemplar mejora, teniendo también una mejor predisposición para sus disputas por el apareamiento. Tanto su cornamenta ya desarrollada como la musculatura y la alimentación hacen que lleguen a alcanzar incluso los 155kg de peso. Este curioso proceso natural les hace sentirse fuertes y estar mejor preparados para sus posibles peleas.
En los meses de septiembre a octubre, que dura la berrea, es cuando se desencadenan sus conocidos enfados. La berrea tiene como resultado conseguir a sus hembras favoritas, lo que desemboca en un idílico romance y la llegada de nuevas crías.
Cuidamos nuestros productos y su espacio
La importancia de cuidar a estas especies y su entorno hace que se pueda continuar consumiendo y cocinando de la forma más respetuosa. Una trabajada cultura gastronómica que hace amar la carne de ciervo y sus platos. Combinando esta carne con los ingredientes adecuados y los procesos correctos de cocina se consiguen unos resultados culinarios tan espectaculares como la berrea y los montes de Toledo de Castilla-La Mancha.
En Venta de Aires te sugerimos conocer y disfrutar nuestra carta a fondo. Respetamos y nos comprometemos con esta especie desarrollando nuestro famoso plato Ciervo macerado al vino tinto con salsa de hongos. En nuestra Carta de Vinos disponemos del caldo idóneo para acompañar a nuestras elaboraciones. Ya sea para conocer nuestro ciervo o cualquier otro producto siempre es bienvenido restaurante.