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Si estás pensando en celebrar tu boda esta primavera en Toledo, en Venta de Aires os queremos explicar por qué esta época es perfecta para que un evento tan especial se convierta en un día inolvidable, tanto para vosotros como pareja, como para todos los invitados.

Primavera es, probablemente, la época más bonita del año por diferentes motivos: los árboles lucen como no lo hacen el resto del año y llenan de color las calles, el clima es el idóneo ya que las temperaturas son suaves y agradables, y el reciente y frío de invierno hace que acojamos  la nueva estación con más ganas e ilusión.

Una boda en primavera se presta a jugar más con los vestidos y trajes: para ellas, los escotes comienzan en primavera a ser una opción que en invierno resulta menos propicia, y los estampados en los vestidos conjugan a la perfección con el entorno; para ellos, la chaqueta de traje no es un engorro del que deshacerse a la mínima ocasión, como ocurre en verano debido al calor, más aún en una ciudad como Toledo. La gama de tejidos es, es ambos casos, mucho más amplia que si la boda se celebrase en invierno o verano. Además, poder celebrar la boda al aire libre es un verdadero gustazo, sobre todo si cuentas con espacios como nuestra espectacular terraza.

Uno de los elementos estrella de las bodas son los primaverales candy bar, con una amplia gama de dulces con los que deleitar a los invitados: se trata de un simpático detalle que los asistentes al evento seguro sabrán apreciar.

En cuanto al menú de boda, las posibilidades también son muchas al situarnos en una época en la que nos movemos entre temperaturas suaves: Venta de Aires os ofrece menús de boda confeccionados a vuestro gusto que satisfagan vuestros deseos, siempre desde el prisma de la gastronomía más exquisita de la tierra.

Mención aparte merece la fiesta posterior a la cena, en la que disfrutar, ya con un tono más informal, de la compañía de todos los invitados, a la vez que bailar, reír y vivir el colofón a una celebración inolvidable: la gran discoteca de Venta de Aires es el espacio perfecto para hacerlo.

Sin duda, elegir Venta de Aires para tu boda en primavera en Toledo es la mejor opción, pues podrás celebrarla en el restaurante más emblemático de Castilla-La Mancha, con 126 años de historia.

El pasado año fue la Capitalidad Española de la Gastronomía, y este 2017 es el 30º Aniversario de la Declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Toledo no deja de acaparar atención, tanto a nivel nacional e internacional.

La Capitalidad significó un impulso para la ciudad, y un éxito a muchos niveles, destacando sobre todo la implicación y entusiasmo que se contagió por toda la ciudad desde el primer momento en que se conoció que sería Toledo el epicentro gastronómico en todo el país. Masterclass y conferencias llevadas a cabo por los principales chefs españoles, degustaciones, concursos, eventos culturales que maridaron cocina y música, cine, teatro…la agenda toledana de 2016 tuvo más sabor que nunca gracias a la Capitalidad, y la ciudad emprendió en ese momento un camino que apenas comenzaba a ser recorrido, y que hoy continúa a través de la senda del 30º Aniversario.

Venta de Aires ha sido parte del año gastronómico, participando de manera activa desde la materialización del sueño que la Capitalidad supuso, hasta el momento en que se puso el colofón al mismo, pasando por numerosas iniciativas (Cena Solidaria, Cuchara de Autor, Concurso Cómete Toledo, Cenas a Ciegas…) que contribuyeron a la consecución del rotundo éxito que ha significado.

Como no podía ser de otra manera, con la misma ilusión nuestro restaurante ha acogido el trigésimo aniversario de la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, y participará de las actividades propuestas por el consistorio; no en vano, Venta de Aires sabe muy bien lo que significa ser patrimonio de los toledanos, pues desde que la venta de Dionisio Aires y Modesta García Ochoa abriera sus puertas, allá por 1981, han pasado 126 años.

Sin duda, 2017 será otro magnífico año para la ciudad de Toledo, y Venta de Aires aportará su granito de arena para que la celebración de tan importante efeméride siga haciendo crecer a nuestra ciudad.

Hace apenas unas semanas se celebró la gala de entrega de los premios del cine más importantes a nivel nacional, Los Goya, y ayer mismo tuvo lugar la celebración de los Óscar, los galardones más importantes del séptimo arte. Con motivo de estos dos acontecimientos, queremos repasar el papel que la gastronomía ha desempeñado en la historia del celuloide, hecho que en Venta de Aires podemos constatar debido a los proyectos en este ámbito en los que nuestro restaurante ha participado o protagonizado.

En un principio, las proyecciones buscaban una reacción social a la escasez de alimentos que las clases bajas padecían: muestra de ello fue la célebre secuencia de La Quimera del Oro en la que Charlot ha de comerse una bota por no tener nada más que echarse a la boca. En España, una similar denuncia fue la llevada a cabo por Luis G. Berlanga en la cinta Plácido, en la que se pone en marcha una campaña para que todas las familias pudientes acogieran a un pobre en navidad y compartieran mesa y mantel con él, todo ello desde la mordaz visión del cineasta valenciano. Luis Buñuel, uno de los principales directores de la historia de nuestro cine (y gran amante de la cocina, así como asiduo comensal de Venta de Aires por su pertenencia a la Orden de Toledo), también quiso retratar la realidad a la que tenían que hacer frente los más pobres, destacando por su tremendo valor gráfico uno de los planos de El Discreto Encanto de la Burguesía, donde uno de los personajes utiliza su último aliento para alcanzar una loncha de jamón.

En el género humorístico también encontramos memorables escenas que han divertido a millones de espectadores (además de la ya mencionada de Charlot): la protagonizada por Jack Lemmon en El Apartamento al tener que escurrir los spaghetti con una raqueta de tenis, o los famosos tartazos que Laurel y Hardy de repartieron en numerosos actos, son solo algunos ejemplos.

Al margen de determinadas alusiones célebres, la gastronomía también ha servido de argumento para el rodaje de grandes títulos dentro del cine, así como de multitud de documentales.

Pocos días en el calendario son especiales para todos; son esos días marcados en rojo y que, en mayor o menor medida, casi todos celebramos. El día de navidad, el día de año nuevo…o el día de San Valentín. El 14 de febrero se celebra el día del amor por antonomasia pero, ¿sabemos cuál es el origen de la celebración?