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Dicen que solo hay una única oportunidad de ofrecer una primera impresión (obvio),  y un acontecimiento tan trascendente como una boda desde luego que merece cuidar cada detalle para que el día de nupcias únicamente nos preocupemos de disfrutar, y de que nuestros invitados disfruten, y qué mejor que por comenzar por el principio: las invitaciones.

En este sentido, y recurriendo de nuevo a otra expresión tan manida como sincera, una imagen vale más que mil palabras: ¿qué queremos contarle a los invitados a nuestra boda con la tarjeta o carta de invitación? Mensaje y forma han de ir de la mano, y el sentido del primero alcanzará mejor a quien lo lea si el segundo es el adecuado. Como en casi todo, las tendencias van desapareciendo y dando lugar a otras más frescas, aunque hay algunas que llegaron para quedarse, y siguen siendo sinónimo de éxito año tras año.

Acuarelas

No  hace falta que acudáis a la papelería más cercana; esta técnica simula el acabado de  “hecho a mano” a pesar de realizarse mediante impresión digital, y otorgan un toque cálido indicado para este tipo de invitaciones. Las diferentes gradaciones tonales que ofrecen otorgan riqueza visual sin acudir a estridencias multicoloristas.

Lettering

El lettering es el arte de “dibujar” letras, de dar un carácter y personalidad únicos a cada una de las letras que componen una palabra, pudiendo llegar a contar la misma cosas muy diferentes dependiendo de ello. Desde luego, un recurso con muchísimo potencial para dotar de significado tu mensaje.

Un toque exótico: motivos tropiales

Teniendo en cuenta que la mayoría de bodas se desarrolla en los meses de primavera y verano, no es un mal reclamo la utilización de motivos tropicales que den a la invitación un aires fresco, desenfadado y, a la vez, elegante.

Ilustración: una proyección de vosotros mismos

Con un tono más naif, las ilustraciones resultan un reflejo entrañable de lo que sois como pareja, y a vuestros invitados les resultará curioso ver la proyección de vuestro alter ego dibujado.

Siglo XVIII, escenarios como Toledo, Praga o Paris, manuscritos aparentemente perdidos, un libertino aventurero tras la pista del secreto que esconden…

Así de atrayente se plantea Casanova, en la ciudad levítica, del escritor y periodista Baltasar Magro (1949, Toledo), autor de exitosas novelas como El círculo de Juanelo.

La historia retrata la sociedad de la España de finales del siglo XVIII, una sociedad que comenzaba a recibir de manera aún timorata los haces de luz de La Ilustración provenientes de París, pero sobre la cual aún se cernían las alargadas sombras del tradicionalismo religioso.

En esa suerte de penumbra se desenvuelve el protagonista de la novela, el caballero veneciano Giacomo Casanova, quien, en los albores de la vejez, emprende su viaje a Toledo para situarse en el epicentro de la acción de la historia.

Una novela que combina la exquisita exposición en los detalles y un ritmo trepidante, partiendo siempre de una trama ficticia pero de exhaustiva documentación histórica, y que atrapa al lector desde su inicio.

Como toledanos que somos…¡Te lo recomendamos!

Es imposible pensar en una gastronomía que no evolucione: como la música, el arte o cualquier otra disciplina en la que la mano del ser humano sea determinante para el resultado final, preocupaciones, predilecciones o inquietudes se convierten en tendencias en lo que a lo culinario se refiere. Algunas permanecen para siempre, y otras simplemente sirven de aportación puntual.

La importancia de lo sostenible

Quizá porque se ha convertido en tarea imposible debido a la importante cuota en medios que se le destina a los procesos de elaboración de los productos y al impacto que ello tiene el medio ambiente, ya no tapamos los oídos cuando nos explican la procedencia de los alimentos que consumimos, y buscamos un consumo que no perjudique nuestro entorno.

Adiós a la opacidad en la alimentación

Las etiquetas de los productos alimentarios que consumimos cada vez goza de mayor atención por nuestra parte. Desde luego, no nos gusta ver palabras que no conocemos y que poseen cierto halo de sospecha en cuanto a su perjuicio para salud, y cada vez menos las pasamos por alto.

Nuevas maneras de saborear la verdura

Cada vez hay una mayor tendencia hacia el consumo de productos vegetales, y por ende se han multiplicado las maneras de cocinarlos y cómo y con qué combinarlos, con lo que ahora nos podemos sorprender muy gratamente al descubrir ciertas recetas con verduras, legumbres o cereales.

Un toque picante

En un mundo globalizado basta con pasear por cualquier calle de una gran ciudad para encontrarse restaurantes que nos ofrezcan comida de lugares del mundo tan dispares en lo que a gastronomía se refiere como lejanos en el globo. Esto ha enriquecido con mucho nuestra cultura gastronómica, y el picante, propio de cocinas lejanas como la oriental o la latinoamericana, cada vez goza de mayor aceptación entre los paladares españoles.

Con la llegada de 2017 conocemos noticias curiosas o sorprendentes acerca de novedades o tendencias que el nuevo año plantea. Un ejemplo de ello es la elección del “color del año” que Pantone, empresa estadounidense creadora del Pantone Matching System, sistema de identificación, comparación y comunicación del color, realiza a principios de cada nueva temporada desde hace 17 años (2002).

El color elegido por Pantone como aquel que marcará tendencia es el Verde Greenery, un color que, según Leatrice Eiseman, directora del Instituto Pantone del Color, “es realmente inusual: una combinación de azul y amarillo, una unión compleja. Tiene un significado más profundo de lo que parece”.

La elección de este color responde a que el Verde Greenery hace referencia a ideas como la sostenibilidad, la preocupación por el cambio climático y el consumo responsable, así como por una alimentación saludable cuya base sean los alimentos naturales, conceptos que desde luego están muy en boga en los últimos años.

La Gastronomía no queda al margen

Todos sabemos de la importancia que una buena presentación tiene en la gastronomía más allá de la calidad de los platos, y la cocina actual no es ajena a la relevancia que adquieren determinados conceptos relacionados con el diseño para mejorar la apariencia final de una propuesta culinaria ante un comensal: combinación de colores, de masas, cubertería…Es por ello que la elección de este color, cargado de simbología, también repercuta de algún modo en la gastronomía, pues podemos observarlo en muchos alimentos naturales y plantas, y puede hacer referencia a una dieta en la que verduras, frutas y hortalizas estén muy presentes.

En Venta de Aires sabemos consideramos fundamental tiene ofrecer productos de nuestra región que garantizan la mayor calidad, así como servir a nuestros comensales platos que conjuguen viabilidad, sostenibilidad, salud y sabor, como quedó demostrado con el reconocimiento que recibimos de parte de Fundación Dieta Mediterránea. Por ello, en nuestra carta y menú del día podrás encontrar platos que hacen referencia a estos conceptos.

Como Único Restaurante Centenario de Castilla-La Mancha, nuestro compromiso con los valores y cultura que representan nuestras raíces siempre está presente, y es tanto un orgullo como un placer para nosotros servir de estandarte para promocionarlos y ayudarlos a crecer.

Por ello, Venta de Aires ha apoyado la Capitalidad Gastronómica de Toledo en 2016 desde el momento mismo en que supimos que nuestra ciudad tendría el honor de convertirse epicentro de la gastronomía a nivel nacional, colaborando en iniciativas como las Cenas a Ciegas, la Cena de los sentidos, con el concurso Cómete Toledo, recibiendo nuestra propia Cuchara de Autor, o poniendo el broche a este excelente año culinario para Toledo con la Cena Solidaria en favor de Cáritas, y recibiendo a la par el reconocimiento a nuestra labor en forma de Diploma CEG el pasado día 14.

En el acto tuvimos el placer de compartir reconocimiento con compañeros y amigos que también han puesto su granito de arena para que el Año Gastronómico en Toledo haya resultado un éxito.

Desde aquí, agrademos su labor a todos los que han formado la familia de la Capitalidad Gastronómica, y nos marcamos como propósito seguir trabajando en pro de seguir haciendo crecer nuestra cultura y patrimonio culinarios en 2017 como lo hemos hecho en un 2016 muy especial en el que nuestros 125 años de historia han coincidido con el Año Gastronómico de Toledo.