Comedores Privados en Toledo

La Orden de Toledo

Un grupo de vanguardistas recorría las calles de la ciudad entre los vapores del alcohol y el surrealismo con Luis Buñuel como y con otras figuras ilustres como Federico García Lorca, Salvador Dalí o Rafael Alberti como resto de integrantes. El requisito para pertenecer a este grupo era acudir a Toledo con la mayor frecuencia posible y tener la mente abierta a experiencias únicas. La orden estaba dividida en rangos jerárquicos, siendo Buñuel el condestable y Pepín Bello el secretario. A continuación, se encontraban los fundadores; Federico García Lorca y su hermano Paquito eran dos de ellos. Los caballeros figuraban después, y podían acceder al puesto cualquiera que acompañase al ilustre fundador durante una noche entera de borrachera por las calles de Toledo requisito que Salvador Dalí y Rafael Alberti cumplieron, recibiendo consigo los particulares honores de formar parte de tan ilustre grupo. Entre los últimos puestos se encontraban los escuderos, los invitados de los escuderos y los invitados de los invitados de los escuderos. Para el grupo, sus incursiones por la ciudad de Toledo supondrán una inconfundible fuente de inspiración que puede apreciarse en la obra de los artistas más implicados con la orden, por ejemplo, Luis Buñuel hace referencia en su película Viridiana a la costumbre del grupo de visitar la tumba del Cardenal Tavera, frente a la estatua esculpida por Berruguete donde dedicaban unos minutos a velar al difunto de piedra.

El lugar de reunión predilecto para tan numeroso grupo era la Venta de Aires, donde pedían tortilla “a caballo”, la perdiz “Venta de Aires” y vino blanco de Yepes. Era un refugio idóneo en el que reposar de sus andanzas por la ciudad y reponer fuerzas para otra noche delirante.